El secretario general de la las Naciones Unidas, António Guterres, afirmó desde Kiev, la capital de Ucrania, la importancia crítica de volver a prorrogar el acuerdo sobre las exportaciones de cereales ucranianos, que expira en menos de dos semanas.
El canciller ruso, Serguéi Lavrov, no obstante, le acusó de no asumir una posición neutral, como debería corresponder al jefe de una organización internacional, y recordó que la renovación del pacto no es imposible, pero sí compleja, por falta de compromiso de la otra parte.
Según Lavrov, las cláusulas que debían beneficiar a Rusia no se aplicaron en lo absoluto. Las sanciones, dice, prohíben a los barcos rusos que transportan cereales y fertilizantes entrar en los puertos correspondientes y prohíben a los barcos extranjeros entrar en los puertos rusos para recoger los cargamentos.
En medio de este panorama, continúan los ataques de Kiev contra las posiciones del Kremlin. La Defensa rusa anunció que el Ejército realizó con éxito una masiva ofensiva contra Ucrania en respuesta a los atentados terroristas que organizaron las tropas leales a occidente la semana pasada en la frontera.
Moscú denuncia que la parte ucraniana no tiene ningún deseo de iniciar una negociación seria para zanjar el conflicto, tampoco lo tienen sus aliados occidentales. Lamenta que Kiev ha prohibido cualquier diálogo con el Kremlin, mientras Estados Unidos y Europa insisten, en vano, en la necesidad de vencer a un gran poder militar como Rusia en el campo de Batalla.
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