Mediante un comunicado emitido este martes, la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, ha afirmado que la guerra de los países del Báltico, Estonia, Letonia y Lituania, contra estatuas y monumentos soviéticos y derribarlos es “inaceptable” y ciertamente afectará el estado de las relaciones bilaterales con estos países.
Tras condenar los métodos bárbaros que usan estos países para hacer desaparecer el legado soviético, Zajárova ha asegurado que su país sigue tomando medidas asimétricas al respecto, principalmente en el ámbito político y económico.
“La responsabilidad de lo que está pasando recae enteramente en las autoridades bálticas, que se niegan a entender lo que están haciendo”, ha rezado la nota.
Acusando a los países mencionados de xenofobia y discriminación, la vocera ha cuestionado la falta de respeto por parte de estas naciones a los caídos en la lucha por su liberación de los nazis en la Segunda Guerra Mundial.
Los gobiernos de Letonia, Lituania y Estonia, antiguas Repúblicas de la desaparecida Unión Soviética, desmantelaron prácticamente todos los monumentos erigidos a las fuerzas soviéticas que liberaron estos territorios del yugo de la Alemania nazi durante la II Guerra Mundial.
Los casos de vandalismo contra los monumentos soviéticos en estos tres países aumentaron desde el inicio de las operaciones militares de Rusia, el 24 de febrero, en Ucrania.
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