“La presencia de las tropas rusas cerca de Kiev y otras ciudades de Ucrania no está relacionada con una intención de ocupar este país. No tenemos este objetivo”, ha subrayado este miércoles el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
De hecho, ha proseguido, la operación especial militar de Rusia iniciada el pasado 24 de febrero en Ucrania, es una respuesta a las hostilidades de Kiev, pues a este último se le ofreció no entrar en combate y retirar sus fuerzas de Donbás (este de Ucrania), pero no quiso hacerlo.
“A las autoridades de Kiev, a través de diferentes canales, con el fin de evitar el derramamiento de sangre, se les ofreció no participar en combate, y simplemente retirar sus tropas de Donbás. No quisieron hacerlo”, ha dicho.
Tal y como afirma el jefe de Estado ruso, Ucrania estaba alentada por Estados Unidos y una serie de países occidentales, pues deliberadamente se preparaba para un escenario de conflicto.
Putin también se refirió al ataque lanzado el pasado lunes por las fuerzas ucranianas en el centro de la ciudad de Donetsk, que se saldó con 20 muertos, calificándolo de un “atentado terrorista sangriento”
Además, denunció que la comunidad internacional hizo caso omiso al ataque. “Como si no hubiera pasado nada. Precisamente de este modo apartaban su mirada con hipocresía los últimos ocho años, cuando las madres en Donbás enterraban a sus niños, cuando mataban a los ancianos”, ha agregado.
Putin también ha denunciado que el Occidente echa leña al fuego de la tensa situación en el territorio ucraniano al ofrecer asistencia militar a Kiev. De este modo, ha añadido, “simplemente alientan a las autoridades de Kiev a continuar este derramamiento de sangre”.
Sin embargo, ha sostenido, el operativo ruso sigue avanzando “con éxito” y de acuerdo con los planes previamente aprobados.
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