“El momento para todo tipo de “reinicio” [de relaciones con Washington] quedó en el pasado”, dijo el miércoles a la prensa el vicecanciller ruso, Serguéi Riabkov, al tiempo que descartó la posibilidad de tal “reinicio” en el futuro.
Ahora, a juicio del diplomático ruso, es necesario que Estados Unidos y Rusia se ocupen de “asuntos concretos” que fomenten la confianza mutua, de modo que pueda surgir un cambio que mejore la imagen entre las dos partes.
En la práctica se pueden “dar pasos pequeños, de los cuales, espero, crecerá aún más la confianza mutua y puede surgir un cambio que mejore la imagen de Rusia en EE.UU. y de EE.UU. en Rusia”, indicó Riabkov.
El vicecanciller ruso alertó que las relaciones entre el Kremlin y la Casa Blanca pueden empeorarse, aunque, aseguró que la parte rusa hará todo lo posible para evitar “riesgos muy graves”, resultados del deterioro de los vínculos bilaterales entre ambos países.
Cumbre Putin–Biden
En medio de la tensión, está prevista una cumbre entre el presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo estadounidense, Joe Biden, para el 16 de junio en la ciudad suiza de Ginebra. Será la primera reunión entre los dos jefes de Estado desde la toma de posesión del mandatario norteamericano el pasado 21 de enero.
Al respecto, el vicecanciller ruso se manifestó convencido de que “si hay voluntad política del lado estadounidense, saldrá bien. De nuestra parte, no solo existe la voluntad, sino la firme determinación de aprovechar todas las oportunidades para asegurar el rumbo de las relaciones bilaterales”, añadió.
En días anteriores, Putin afirmó que espera una cita constructiva con su par estadounidense, si bien dijo que Moscú no tiene desacuerdos con Washington, sino que toda la crispación proviene de EE.UU. por querer frenar el desarrollo de Rusia.
Rusia y EE.UU. mantienen focos de enfrentamiento sobre varios temas, como los ciberataques, el rechazo de Washington a volver al Tratado de Cielos Abiertos, el gasoducto Nord Stream 2, la detención del opositor ruso Alexéi Navalni, la crisis en Siria, la crisis en Ucrania y el despliegue militar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en el flanco occidental de Rusia.
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