“Estamos decididos a contrarrestar cualquier intento de utilizar la situación para manipular el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) y promover la agenda antiraní”, ha señalado este martes el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov.
En declaraciones vertidas antes de reunirse con Mohamad Yavad Zarif, su homólogo iraní, Lavrov ha rechazado, de este modo, los esfuerzos de EE.UU. por extender un embargo sobre las ventas de armas convencionales a Irán, que expirará el próximo 18 de octubre, según lo estipulado en el acuerdo nuclear.
Washington ha afirmado que evaluará “todas las opciones” para extender tales medidas restrictivas, recurriendo, entre otras, al acuerdo nuclear suscrito en 2015 entre Irán y el Grupo 5+1 —entonces integrado por EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania—. Eso mientras el país norteamericano ya no es miembro de dicho pacto.
Al respecto, Lavrov ha considerado “preocupante” la situación en torno al Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés), nombre oficial del acuerdo nuclear, y ha aseverado que Moscú “indudablemente” planteará el referido asunto en todos los foros internacionales.
Además, durante la reunión mantenida con el canciller iraní, Lavrov ha denunciado que las presiones y amenazas de EE.UU. contra los países que realizan intercambios con Irán es contrario a las leyes internacionales.
Tras recordar que Washington ha impedido la plena implementación del PIAC, el jefe de la Diplomacia rusa ha llamado a las partes europeas, así como a China, a que continúen sus cooperaciones con Irán y cumplan con sus compromisos en el marco del pacto nuclear.
Por su parte, Irán afirma que el fin del embargo de armas es un logro destacado del acuerdo nuclear, y advierte que no aceptará ninguna violación por parte de EE.UU. de la resolución 2231 del CSNU, que ordena el levantamiento del embargo de armas al país persa.
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