Los ejercicios tácticos de la Hermandad Eslava 2018 comenzaron oficialmente el martes con el levantamiento ceremonial de las banderas rusa, bielorrusa y serbia en la cordillera Rayevsky en la región de Krasnodar, en el sur de Rusia, según comunica el Ministerio de Defensa ruso.
El entrenamiento, que durará hasta el jueves, fue programado con el objetivo de que paracaidistas de las tres naciones trabajen juntos para frustrar una toma de poder (o insurgencia) simulada en un estado ficticio de Europa del Este.
En las maniobras participan más de 700 tropas aéreas rusas, además de 250 fuerzas especiales de Bielorrusia y 50 más de Serbia.
Además de ser la primera vez que Bielorrusia participa en el ejercicio anual, Rusia también trae novedad al evento: presentará algunas actualizaciones de sus vehículos, incluyendo el vehículo de combate de infantería anfibio BMD-4M, el vehículo blindado anfibio BTR-MDM Rakushka, el vehículo blindado Lynx, el tanque de batalla T-72B, el vehículo de guerra electrónica Infauna y el equipo de radar Aistenok.
Las maniobras regionales se producen en medio de tensiones con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), liderada por Estados Unidos, que ha aumentado cada vez más su actividad militar cerca de las fronteras rusas desde la anexión de la península de Crimea a Rusia en 2014.
La Alianza Atlántica, que constantemente pretexta la 'amenaza rusa' para llevar adelante su agenda, realiza precisamente unos juegos de guerra multilaterales para afirmar la postura militar de la coalición en todo el continente europeo. La 6ta. Flota de EE.UU. se unió el mismo martes a Dinamarca, Alemania, los Países Bajos, Noruega, Polonia, España y Turquía para los ejercicios antisubmarinos Dynamic Mongoose 2018 en el océano Atlántico Norte.
Este miércoles, el consejero de Seguridad Nacional estadounidense, John Bolton, tiene previsto reunirse con el presidente ruso, Vladimir Putin y el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en Moscú (la capital), para intentar al menos mantener un mínimo diálogo militar.
Expertos coinciden en que los problemas de infraestructura en Europa y las diferencias entre los países 'aliados' hacen que la OTAN sea incapaz de hacer frente a Rusia en una eventual guerra.
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