Al menos 35 sirios de etnia turcomana y fe aleví, asesinados estos días por miembros del grupo terrorista Frente Al-Nusra, que es parte de Al-Qaeda. Esto es lo que denuncia un grupo de jóvenes turcos, quienes intentan denunciar lo que, creen, es una tragedia hecha de espaldas al mundo en Siria.
La matanza ocurrió hace unos días en Istebrak, un pequeño pueblo turcomano aleví en la provincia siria de Idlib, cerca de la frontera con Turquía. Dada la política del Gobierno turco a favor de los grupos armados que intentan tumbar el Gobierno del presidente sirio Bashar al-Asad, estos manifestantes acusan a Ankara de estar detrás de esta nueva masacre.
Además de haberlos en Siria, en Turquía hay entre 15 y 25 mil alevíes autóctonos, una minoría cuyo culto no reconoce el Gobierno turco. Dadas las denuncias persistentes de que el grupo takfirí de EIIL (Daesh, en árabe) tiene presencia en Turquía, los alevíes turcos temen ser sus próximas víctimas.
Los alevíes, por sus prácticas religiosas particulares, acumulan una siniestra historia de masacres sufridas a lo largo de siglos a manos de quienes los tildan de ‘infieles’. Las últimas tan próximas como hace sólo veinte años.
El grupo terrorista Daesh, y otras organizaciones takfiríes, como un rodillo, están acabando con todas las minorías religiosas y culturales en Oriente Medio. El gran peligro es que dentro de unos años no quede ni rastro de la riqueza cultural y religiosa que había antaño en la región.
Lluís Miquel Hurtado, Estambul.
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