Se han reunido para mostrar su solidaridad con las víctimas de los atentados del pasado mes de enero en París, capital francesa, pero también para extender esa solidaridad a los millones de franceses de confesión musulmana que son diariamente víctimas de estigmatización, insultos, odios y agresiones.
Unidos en defensa de los derechos civiles y sociales todos declaran que su única arma es la palabra, el derecho y la legalidad. Todos somos ciudadanos, todos somos musulmanes, de esta manera responden a un Gobierno que mantiene un doble lenguaje y una doble moral.
Todos juntos: laicos, creyentes, asociaciones, partidos políticos, denuncian también una política gubernamental que, escudándose en la lucha contra el terrorismo, quiere limitar las libertades públicas dando a la policía prerrogativas que definen de antidemocráticas. Ciudadanos que no quieren un 'Patriot Act' a la francesa.
El aumento de los actos islamófobos en los primeros meses del año preocupa a la sociedad que se interroga sobre la responsabilidad del Gobierno. Una sociedad que también, ve con preocupación lo que algunos definen como la implantación de un Estado policial.
Juan José Dorado, París.
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