Azul, rojo, naranja y morado. Son los cuatro colores que han marcado la campaña electoral que este viernes toca a su fin.
Los cuatro partidos políticos con posibilidades de gobernar España han recorrido toda la geografía española para lanzar sus promesas.
Recintos repletos, banderas o entrevistas de trabajo, en un clima que ha ido ganando intensidad a medida que se acercaba el 20 de diciembre.
El puñetazo que recibió Mariano Rajoy en su localidad natal simboliza el ambiente de tensión política que vive España. Una aspereza también vivida en los debates entre los candidatos, especialmente, en la cara a cara entre Pedro Sánchez y Mariano Rajoy.
Los medios de comunicación han marcado los tiempos de la campaña. Especialmente, los debates con la presencia de los aspirantes de los partidos emergentes: Albert Rivera y Pablo Iglesias, con los que Mariano Rajoy no ha querido enfrentarse directamente.
El domingo conoceremos por fin, el reparto de escaños del Parlamento español para la próxima legislatura, y que pondrá fin al bipartidismo de las últimas décadas. Habrá que esperar más tiempo, a las negociaciones entre partidos, para conocer quién ocupará el cargo de presidente del Gobierno.
Eduardo López-Jamar, Madrid.
aaf/rba
