El fallecido fundador de la Revolución Islámica en Irán, el Imam Jomeini ofreció un discurso en el 3 de junio de 1963, en el que condenó al régimen de Pahlavi y su apoyo a Israel y llamó a todos los musulmanes a unirse en la lucha contra la monarquía y el sionismo.
Tal discurso crítico se realizó en la sagrada ciudad de Qom, al sur de la capital iraní, Teherán, con motivo de Ashura, día en que los musulmanes chiíes conmemoran el aniversario del martirio del nieto del Profeta del Islam, el Hazrat Mohamad (paz sea con él), el Imam Husein (P).
Dos días después de ese discurso histórico, las fuerzas del régimen del shah, Mohamad Reza Pahlavi, irrumpieron de forma violenta en la casa del líder revolucionario iraní y lo detuvieron. Tras el arresto del Imam Jomeini, numerosas personas salieron a las calles de Teherán y Qom para condenar su detención. Posteriormente, las muestras de apoyo se tornaron en protestas que acabaron propagándose por otras ciudades del país.
La respuesta del régimen fue brutal. Fuerzas militares y policiales abrieron fuego contra manifestantes desarmados. El día terminó en un derramamiento de sangre, pero marcó el comienzo de una nueva era. El levantamiento del 15 de Jordad (mes del calendario persa) dejó en claro que la nación iraní ya no permanecería en silencio ante la tiranía y la dominación extranjera. Fue una declaración de resistencia que sacudió profundamente los cimientos de la monarquía.
Aunque el levantamiento fue violentamente reprimido, representó un poderoso cambio ideológico y político. Por primera vez, un movimiento liderado por líderes religiosos movilizó a las masas en abierto desafío al régimen. El Imam Jomeini, a pesar de ser exiliado poco después, se convirtió en el símbolo indiscutible de esta resistencia.
El 15 de Jordad fue el momento en que el islam y la revolución se fusionaron en la conciencia pública iraní. Inspiró el auge de movimientos religiosos con conciencia política y sentó las bases para una lucha nacional que cobraría impulso durante los siguientes 16 años. La República Islámica de Irán considera oficialmente el 15 de Jordad como el día del verdadero nacimiento de la Revolución Islámica.
Cada año, el 15 de Jordad, funcionarios, académicos y ciudadanos de todo el país se reúnen para honrar a los mártires y reflexionar sobre las lecciones del levantamiento. Líderes políticos y religiosos reiteran la importancia de defender los valores por los que los mártires dieron su vida: la identidad islámica, la soberanía nacional y la resistencia contra la injusticia.
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