“Estados Unidos y algunos países europeos y los enemigos oprimieron a la nación iraní y atacaron la seguridad, la paz, los negocios y las mentes de nuestro querido pueblo planeando disturbios, pero el pueblo los derrotó al oponerse a ellos”, enfatizó este lunes el presidente iraní, Seyed Ebrahim Raisi.
Así lo dijo el mandatario persa durante una reunión con los miembros del comité de investigación formado para investigar los disturbios respaldados por extranjeros en Irán el año pasado.
Raisi enfatizó que todos los organismos gubernamentales están obligados a cooperar con el comité de investigación y pidió que se materialicen los derechos de los afectados por los disturbios.
En la reunión, se presentó al presidente un informe sobre las actuaciones del comité en relación con las misiones asignadas, incluyendo la revisión de diversos aspectos de los disturbios, el mecanismo de seguimiento de las denuncias de las víctimas y heridos en los hechos y sus familias, la indemnización por toda lesión tanto los daños materiales como espirituales que los ciudadanos sufrieron durante los disturbios y la materialización de los derechos de las familias de quienes cayeron mártires durante esos hechos.
El otoño pasado, Irán fue escenario de incidentes de violencia callejera a raíz de la muerte repentina de la joven iraní Mahsa Amini, de 22 años de edad, quien perdió la vida el 16 de septiembre en un hospital días después de estar bajo custodia policial.
En este contexto, alborotadores apoyados por los países extranjeros, aprovechándose del fallecimiento de Amini, generaron una falsa versión para crear disturbios en el país de tal violencia contra las propiedades públicas y privadas, así como ataques a civiles y fuerzas de seguridad.
Todo esto, con el apoyo de medios de comunicación occidentales, que culpando a los agentes de Policía de la muerte de Amini, intentaron desatar la ira contra el Sistema de la República Islámica de Irán.
Las organizaciones de Inteligencia iraníes aseguraron que la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de EE.UU. “desempeñó un papel principal” en fomentar los desmanes, en estrecha colaboración con los servicios de espionaje del Reino Unido, el régimen israelí y Arabia Saudí.
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