El portavoz de la Cancillería iraní, Bahram Qasemi, dijo que la visita de la semana pasada del presidente iraní, Hasan Rohani, a Omán y Kuwait, puso de relieve que “Irán está listo para mejorar y promover su interacción con todos los países de la región, si ve la misma voluntad y disposición de la contraparte”.
"Siempre hemos estado buscando una interacción constructiva y lógica con todos nuestros vecinos como un principio inalterable, pero siempre que esos países muestren la seriedad y e interés necesario", manifestó al ser preguntado sobre la postura de Teherán ante los repetidos comentarios antiraníes del canciller saudí, Adel al-Yubeir.
Siempre hemos estado buscando una interacción constructiva y lógica con todos nuestros vecinos como un principio inalterable, pero siempre que esos países muestren la seriedad e interés necesario", afirmó el portavoz de la Cancillería iraní, Bahram Qasemi.
Qasemi rechazó las acusaciones del ministro de Exteriores saudí de que Irán está buscando "diseminar discursos sectarios" en la región y, tras preguntar “¿acaso Irán ha invadido algún país en los últimos 250 años?", aseveró: "Somos musulmanes y aspiramos mantener relaciones basadas en el respeto a la soberanía y la no injerencia en los asuntos internos de otros Estados”.
Lamentó que ciertos Estados regionales como Arabia Saudí incurran en el “error estratégico” de lanzar una campaña de iranofobia y al mismo tiempo pidan el apoyo de Occidente para suministrar la seguridad del Golfo Pérsico.
No obstante, “la República Islámica cree que es la misma injerencia foránea en los asuntos regionales la que ha infligido el mayor daño a las relaciones bilaterales entre los países de la región”, sostuvo el diplomático que hablaba el martes en una entrevista exclusiva con IRNA.
Qasemi advirtió de que las amenazas e intimidaciones no son formas de resolver los problemas y recordó que usarlas contra Irán no tendrá ningún resultado sino desperdiciar intereses y recursos.
El diplomático persa instó a los Estados de la región a sacar lecciones del destino del ejecutado expresidente de Irak Saddam Husein y de sus políticas intervencionistas en la región. Además, les exhortó a adoptar esfuerzos colectivos para allanar el camino hacia la paz, la estabilidad y el desarrollo económico en la región.
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