Las nuevas pericias judiciales estarán centradas esta vez en los gobernadores de Ayacucho, Wilfredo Oscorima; y del Cusco, Werner Salcedo, autoridades también relacionados con el escándalo que surgió cuando se reveló su posesión ilegal de objetos de alto valor, como relojes Rolex y joyas valoradas en más de 10 000 dólares.
A pesar de que el gobierno de Dina Boluarte ha registrado un alto número de víctimas en las protestas, así como informes críticos de organismos de derechos humanos y actualmente experimenta tensiones diplomáticas con países vecinos, esta es la primera vez desde el inicio de su mandato que está siendo duramente cuestionada debido al caso Rolexgate.
La gestión de la mandataria peruana se encuentra en su momento más crítico. Desde que se reveló su posesión de relojes Rolex y joyas valoradas en miles de dólares, la Fiscalía ha iniciado una investigación por presunto enriquecimiento ilícito contra la jefa de Estado.
Mientras tanto, la Contraloría ha confirmado que otras autoridades también serán parte de las indagaciones, ya que se sospecha de irregularidades similares en sus declaraciones patrimoniales.
Con el paso de los días, han surgido más detalles sobre el caso Rolexgate, obligando a Dina Boluarte a emitir un mensaje público para refutar las acusaciones en su contra.
“Debo reconocer que fue una equivocación haber aceptado en calidad de préstamo estos relojes que mi amigo Wilfredo Oscorima, mi waiky, mi hermano, me los haya prestado. Y como esos relojes no son mi de propiedad, no estaba obligada a declararlos en la declaración de bienes y rentas”, aseveró Boluarte.
A pesar de los intentos de la presidenta por desvincularse del caso, sus declaraciones públicas ante la nación podrían agravar aún más su situación legal.
Según una encuesta reciente de Ipsos, el 86% de los peruanos desaprueba la gestión de la presidenta Dina Boluarte, quien apenas cuenta con un respaldo del 8%.
Aarón Rodríguez; Lima.
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