Las organizaciones sociales y populares de Perú no se cansan de salir a las calles para denunciar la represión policial y gritar su rotundo rechazo al gobierno interino del país.
Este fin de semana se movilizaron de nuevo para exigir el cese a la represión, el cierre del Congreso y la renuncia de la presidenta designada, Dina Boluarte.
También denunciaron el silencio cómplice de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y las organizaciones regionales como la Organización de Estados Americanos (OEA) ante tales actos de violencia policial.
Los indignados además exigen nuevas elecciones anticipadas para este mismo 2023, una nueva Asamblea Constituyente y una nueva Constitución.
No obstante, la policía y los militares les volvieron a responder con una mano dura, lanzando gases lacrimógenos y reprimiendo las marchas.
Los peruanos realizan protestas desde el 7 de diciembre pasado en reclamo de la renuncia de Boluarte, que fue designada mandataria ese día, horas después de que el Congreso destituyera al presidente constitucional Pedro Castillo, quien está preso acusado del presunto delito de rebelión.
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