Es ya el mediodía y Clener Valiente prepara 100 porciones de guiso en esta cocina industrial en medio del patio de un solar antiguo en el centro de Lima. Este es uno de los puntos de acopio de donaciones de alimento para los miles de ciudadanos que llegaron a la capital de Perú en los últimos días a defender el voto rural tras la segunda vuelta y así evitar una posible anulación de actas por parte del Jurado Nacional de Elecciones (JNE).
Al igual que Clener, muchos hombres y mujeres han dejado sus hogares en la ciudad o en el campo en distintas regiones de Perú para poder encargarse de la preparación en ollas comunes del desayuno, almuerzo y cena para los integrantes de sus comunidades.
En otro local del centro de Lima se preparan 200 raciones diarias, también de desayuno, almuerzo y cena. Los insumos son donados e incluso traídos por los manifestantes desde sus lugares de origen.
Quienes pueden llegar hasta estos locales reciben un plato de comida. Las ollas también son transportadas hasta los mismos puntos de protesta para la alimentación de quienes esperan pacientemente los resultados de las impugnaciones de las actas en el Jurado Nacional de Elecciones.
Aaron Rodríguez, Lima.
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