“He hablado con los Estados miembros sobre todos estos llamamientos a desmantelar la UNRWA, a poner fin a su mandato. He advertido sobre el impacto, he dicho que estos llamamientos son miopes”, ha declarado jefe la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, tras reunirse con representantes de los países miembros en la sede de la ONU en Ginebra.
En este sentido, ha agregado que no hay absolutamente ninguna otra agencia de la ONU u ONG internacional a la que se le haya encomendado durante las últimas dos décadas proporcionar servicios similares a los del gobierno, como educación, a cientos de miles de niños.
Casi toda la población de Gaza depende actualmente de la UNRWA para acceder a productos básicos, que incluyen alimentos, agua y suministros de higiene.
Los principales donantes, incluidos Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Japón, suspendieron la financiación después de que Israel afirmara que 12 de los empleados de la UNRWA eran sospechosos de estar involucrados en la Operación Tormenta de Al-Aqsa del Movimiento de la Resistencia Islámica Palestina (HAMAS) contra el régimen israelí el pasado 7 de octubre.
Lazzarini ha afirmado que las alegaciones de Israel sobre los empleados de la agencia son solo acusaciones y que el régimen “no compartió con nosotros información o evidencia” al respecto.
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