“La situación es nada menos que horrible: ¿dónde está la humanidad? Millones de civiles están siendo castigados colectivamente a la vista del mundo; no puede haber ninguna justificación para utilizar el hambre como arma de guerra. Los líderes mundiales no pueden seguir sentados y observar, tienen la obligación de actuar y hacerlo ahora”, ha indicado Sally Abi Jalil, directora regional de Oxfam para Asia Occidental, este miércoles.
Según la organización humanitaria, “cada día la situación empeora. Los niños están sufriendo graves traumas por los constantes bombardeos, su agua potable está contaminada o racionada y pronto las familias tal vez no puedan alimentarlos también. ¿Cuánto más se espera que soporten los habitantes de Gaza?”
Oxfam expresa que “se estima que actualmente solo hay tres litros de agua potable por persona” en Gaza, pese a que, según la ONU, “un mínimo de 15 litros por día es esencial para las personas en las emergencias humanitarias más graves como mínimo”.
La organización benéfica internacional afirma que la asombrosa cantidad de 2,2 millones de personas necesitan ahora alimentos con urgencia.
Oxfam asevera que el asedio total impuesto por el régimen israelí a la Franja de Gaza el 9 de octubre, combinado con los ataques aéreos, ha paralizado la industria pesquera y cientos de personas que dependen de la pesca han perdido el acceso al mar.
La organización insta al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) y a los Estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a actuar de inmediato para evitar que la situación se deteriore aún más.
En este sentido, ha pedido un alto el fuego inmediato, un acceso equitativo y sin restricciones a toda la Franja de Gaza para la ayuda humanitaria y todos los suministros de alimentos, agua, médicos y combustible necesarios para satisfacer las necesidades de la población.
Oxfam señaló que cada vez está más claro que la situación humanitaria que se desarrolla en Gaza se ajusta perfectamente a la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que condenó en el 2018 unánimemente el uso del hambre contra civiles como método de guerra y declaró que cualquier denegación de acceso humanitario era una violación del derecho internacional.
Hasta este miércoles, el régimen israelí ha matado a 6546 palestinos, incluidos 2704 niños en sus bombardeos indiscriminados en Gaza, según el Ministerio de Salud palestino. Además, ha privado a los residentes del enclave costero completamente de suministro de agua, electricidad, alimentos y combustible, en un “castigo colectivo” que, según la oenegé Human Rights Watch (HRW), es “un crimen de guerra”.
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