Los médicos palestinos rechazan advertencia del régimen israelí y no dejan a los pacientes, especialmente a los bebés recién nacidos, que están recibiendo cuidados intensivos para salvarles la vida.
Hasta el momento, 28 integrantes del personal médico han muerto en Gaza por los ataques israelíes. Las autoridades advierten que muy pronto todas las facilidades y equipamientos médicos del hospital Kamal Edwan terminan y se queda sin nada. A los galenos del hospital, en el norte de Gaza, se les ordenó evacuar, pero se niegan a dejar a decenas de recién nacidos que están recibiendo cuidados que les salvan la vida.
Desde hace más de una semana, los aviones y la artillería israelíes han sometido a Gaza al bombardeo más intenso que jamás haya visto.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) da cuenta que los ataques de Israel a Gaza han provocado la muerte de unos 720 niños.
Los médicos insisten en quedarse en hospital para hacer su deber humanitario y resistir ante las exigencias del régimen ocupador.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) reiteró que los niños deben ser protegidos según el derecho internacional y humanitario, y hay un gran número de niños palestinos y sus familias en Gaza que ya no tienen acceso a agua potable.
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