Este sábado, el jefe del buró político del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), ante una multitud de ciudadanos cataríes en la capital Doha, dijo que la resistencia continuará hasta la liberación de Al-Quds (Jerusalén) y la Mezquita Al-Aqsa de las agresiones y ocupación israelíes.
Por su parte, el premier israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró que seguirá con su línea dura de ataques contra la Franja de Gaza hasta que sea necesario.
Horas antes, una de las ofensivas israelíes en el enclave costero apuntó contra un campo de refugiados y mató a 10 personas de una misma familia, entre ellas ocho niños.
Otro ataque golpeó un edificio en el que tenían su sede, agencias de noticias foráneas como Associated Press y la televisión Al-Jazeera.
En reacción, los movimientos de la Resistencia palestina lanzaron nuevos ataques de represalia contra la ciudad de Tel Aviv y su adyacente puerto de Ashdod, empleando misiles y cohetes.
En paralelo con las agresiones israelíes contra Gaza, diferentes partes de la Cisjordania ocupada fueron escenario de movilizaciones por el Día de la Nakba (catástrofe) que los palestinos conmemoran en recuerdo de los conciudadanos expulsados en 1948 por el régimen sionista.
En el mundo, las protestas contra la agresión a Palestina se multiplican en distintos países pero la toma de una postura tangible y un rechazo que no sea solo de palabra, no ha sido efectuado por los que pretenden ser defensores de derechos humanos, y solo hacen tímidos llamados a la calma a las dos partes.
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