En la declaración final del 30.º encuentro de emergencia de la Unión Interparlamentaria Árabe (AIUP, por sus siglas en inglés), celebrada el sábado en Amán, la capital de Jordania, los participantes reafirmaron su compromiso con la postura adoptada en la reunión anterior de marzo pasado, también en Amán, de “rechazar toda forma de normalización” con el ente sionista.
“Los Parlamentos árabes cumplen con la postura firme y resuelta que rechaza y cierra las puertas a la reconciliación o la normalización con la ocupación”, se lee en la nota en la que, ademas, se urge a todos los países del mundo a organizar movilizaciones para exponer “el rostro feo de la ocupación”.
La AIUP consideró la implementación del llamado plan de paz de EE.UU., conocido como el acuerdo del siglo, un intento para la normalización de nexos con Israel y lo rechazó, mientras dejó claro que los países miembros rechazan toda solución que ponga en entredicho la formación de un Estado soberano palestino dentro de las fronteras de 1967, con Al-Quds (Jerusalén) como capital.
El llamado “acuerdo del siglo”, según la AIPU, es “nuevo capítulo en la serie de violaciones a los derechos palestinos”, que hace necesario el apoyo del mundo árabe a la causa palestina.
Al respecto, denunciaron que la medida estadounidense, anunciada en 2017 por el presidente Donald Trump de reconocer Al-Quds como la capital de Israel sin tierra, fue una “escalada peligrosa” que amenaza la seguridad en la región.
Aprovechando el apoyo de la Casa Blanca, que deja libres las manos de Israel para usurpar más tierras palestinas, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha comenzado a esbozar mapas de territorios de la Cisjordania ocupada que pretende anexar. Palestina censura tal plan.
El futuro Estado palestino, previsto en el llamado plan de paz, sería aislados archipiélagos rodeados completamente por Israel, sin ninguna frontera con el exterior, o control sobre su espacio aéreo y sin derecho a tener un Ejército para defenderse.
Tampoco tendrá bases geográficas para una economía viable, ni libertad de movimiento, ni prerrogativas para presentar denuncias ante organizaciones internacionales contra Israel o EE.UU. Además, ignora todos los derechos de los palestinos, incluyendo su derecho al retorno y la formación de un Estado con Al-Quds como capital.
La presentación del “acuerdo del siglo” ha provocado condenas y rechazos a nivel internacional, incluso entre los propios judíos y estadounidenses, sin embargo, sería muy probable su implementación dado que, como siempre, ningún paso práctico se ha dado, hasta el momento, para frenar el proceso.
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