La organización Centro de Información israelí para los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados, B’Tselem, ha difundido un vídeo este miércoles en el que se puede ver cómo dos colonos israelíes prenden fuego a tierras palestinas y también lanzan piedras contra algunas viviendas en las aldeas de Burin y Asirah al-Qibliyah, al sur de la ciudad de Nablus.
En las imágenes, captadas el viernes, se puede apreciar a dos hombres, uno de los cuales porta un fusil automático israelí IWI Tavor, adentrándose en las tierras palestinas y prendiéndolas fuego, causando destrucción y quemando una gran porción de terreno.
Todo esto ocurre cuando militares israelíes presencian los crímenes de los colonos y no se esfuerzan lo más mínimo en impedir que lleven a cabo estos actos vandálicos, dándoles así luz verde para hacer lo que crean conveniente.
Aun peor, resalta B’Tselem, es el hecho de que los soldados israelíes impidan a los palestinos llegar a sus tierras para aplacar el fuego iniciado por los colonos, circunstancia por la cual se extiende el daño a sus tierras, y se acusa a los palestinos residentes en la zona de haber provocado el incendio.
Los soldados que estaban parados justo al lado de los colonos no les detuvieron y previnieron a los palestinos de llegar a sus tierras, que se estaban quemando. El ejército (israelí) incluso acusó a los palestinos de haber provocado el incendio”, dice la organización Centro de Información israelí para los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados, B’Tselem.
“Los soldados que estaban parados justo al lado de los colonos no les detuvieron y previnieron a los palestinos de llegar a sus tierras, que se estaban quemando. El ejército (israelí) incluso acusó a los palestinos de haber provocado el incendio”, dice la oenegé israelí en un comunicado.
Este tipo de ataques y la inacción de las fuerzas israelíes para detener a los colonos son comunes. Los ataques violentos de los colonos israelíes contra los palestinos en la Cisjordania ocupada se triplicaron en el año 2018, revela un informe.
En concreto, la violencia de los colonos contra los palestinos se intensificó después de que el parlamento del régimen israelí aprobara en julio de 2018 la llamada “ley del estado-nación”, que considera parte del “estado judío” los territorios ocupados palestinos, declara la ciudad ocupada palestina de Al-Quds (Jerusalén) como la capital del régimen de Tel Aviv, y respalda la construcción y ampliación de los asentamientos ilegales habitados por los judíos, entre otras cuestiones.
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