“Estaban claramente filtrando las entradas, indicando a los policías quién podía pasar y quién no”, declara al semanario Le Nouvel Observateur un fotógrafo no identificado. “No me presentaron ningún carné de policía ni de agente de seguridad”, añade, para expulsarlo del polémico evento Tel-Aviv-sur-Seine en los muelles del Sena.
Estaban claramente filtrando las entradas, indicando a los policías quién podía pasar y quién no. No me presentaron ningún carné de policía ni de agente de seguridad, afirma un fotógrafo a quien no se permitió acceder al evento proisraelí sobre la Liga de Defensa Judía.
Confirma las palabras del fotógrafo, para el mismo medio, el concejal del Frente de Izquierda Madjid Messaoudene de la ciudad de Saint-Denis, al norte de París.
“Es una vergüenza para el Ayuntamiento de París. Se nos prohíbe expresarnos en la vía pública, a pesar de que “Tel-Aviv-sur-Seine” tiene un evidente carácter político… ¿Quién es esa gente para echarnos así?”, incide Messaoudene sobre la expulsión de distintas personas que querían acceder.

La iniciativa de la alcaldesa, Anne Hidalgo, de presentar Tel Aviv a sus conciudadanos acabó recreando así aun los puestos de control que sufren a diario los palestinos, y con más agentes de policía —e incluso periodistas— que participantes en el evento, reconoce hoy viernes el diario Le Monde.
Es una vergüenza para el Ayuntamiento de París. Se nos prohíbe expresarnos en la vía pública, a pesar de que “Tel-Aviv-sur-Seine” tiene un evidente carácter político… ¿Quién es esa gente para echarnos así?, dice Madjid Messaoudene, concejal de Saint-Denis, al norte de París.
Entre los miembros de la LDJ —banda fundada en Nueva York por el rabino racista Meir Kahane y prohibida en Estados Unidos e incluso en Palestina ocupada— destacaba el cofundador y portavoz de la sección francesa, Jean-Claude Nataf.
Nataf, informa la revista Les Inrockuptibles, se mantuvo en todo momento en el “punto de entrada”, donde señalaba al personal de seguridad qué personas podían entrar en el recinto sin ser siquiera controlados. Los miembros de la banda llevaban walkie-talkies y auriculares, y espiaban las conversaciones de los periodistas, según el diario Libération.

Quienes no pudieron asistir fueron varias decenas de militantes del movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) contra la ocupación israelí, que llevaron a cabo una sentada para denunciar el “apartheid” imperante en Palestina, hasta ser expulsados por la fuerza por la Policía.
Se puede pasar en un sentido, pero ir de ‘Gaza’ a ‘Tel Aviv’, no, observó un periodista anónimo citado por el diario Le Monde.
Mientras tanto, a unas decenas de metros, la Coordinadora de los Llamados a una Paz Justa en Oriente Próximo (CAPJPO, en francés) organizaba una fiesta alternativa de solidaridad con Gaza, que fue separada rápidamente de los proisraelíes por un cordón policial.
“Se puede pasar en un sentido, pero ir de ‘Gaza’ a ‘Tel Aviv’, no”, observaba un periodista presente para Le Monde, junto a una asistente que lamentaba cómo “se reconstruye en las orillas del Sena un sistema de apartheid”.

La clase dirigente francesa, notoriamente proisraelí, suele hacer llamamientos a “no importar a Francia el conflicto palestino-israelí”, y la iniciativa de Hidalgo ha sido objeto de numerosas críticas como “grave error político” en los últimos días.
En cuanto a la LDJ, fue objeto de una breve polémica en julio de 2014, tras provocar y enfrentarse con violencia a un grupo de simpatizantes propalestinos en París, lo que llegó a motivar la condena del ministro del Interior francés, Bernard Cazeneuve.
Pese a rumores de prensa sobre la posible ilegalización de la banda, Jean-Claude Nataf declaró entonces que “con Valls (Manuel, el primer ministro), tenemos todo lo que queremos”. Valls anunció el miércoles su “apoyo total” al evento proisraelí de ayer.
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