• El presidente de Túnez, Kais Said, habla en el Parlamento durante la ceremonia de su investidura, 23 de octubre de 2019. (Foto: Reuters)
Publicada: domingo, 25 de julio de 2021 23:49
Actualizada: viernes, 22 de abril de 2022 12:00

El presidente de Túnez, Kais Said, ha informado este domingo la suspensión de la actividad del Parlamento y la destitución del primer ministro, Hichem Mechichi.

Tras una jornada de protestas contra las autoridades del país norteafricano, el mandatario tunecino ordenó estas medidas en conformidad con el Artículo 80 de la Constitución y luego de una reunión de urgencia en el palacio presidencial de Cartago.

Al margen de la sesión regente con altos cargos del Ejército y de las fuerzas de seguridad, Said explicó que la Constitución no le da la posibilidad de disolver el Parlamento, “pero no me impide suspenderlo”, defendió el mandatario 

“En caso de peligro inminente que amenace la nación, la seguridad o la independencia del país, el presidente de la República puede tomar las medidas necesarias por las circunstancias excepcionales tras consultar con el jefe de Gobierno y el presidente del Parlamento”, aseveró el presidente citando al Artículo 80 de la Carta Magna.

 

Asimismo, Said aseguró que el objetivo de su medida es garantizar el regreso a un funcionamiento regular del poder público “lo antes posible” mientras que el Tribunal Constitucional —pendiente de creación desde 2015— debe supervisar dicho proceso y tomar la decisión con respecto a su extensión.

El jefe de Estado recalcó que se hará cargo del Poder Ejecutivo con “la ayuda del gobierno” y que designará a un nuevo primer ministro. Además, levantó la inmunidad parlamentaria de los diputados.

“Le advierto a cualquiera que piense en recurrir a las armas (...) y a quien dispare una bala, las fuerzas armadas responderán con balas”, alertó.

Poco después del anuncio, la gente tomó las calles de Túnez, desafiando el toque de queda impuesto para frenar la propagación de la COVID-19, mientras los partidarios de Said hacían sonar las bocinas de los automóviles y aplaudían la noticia.

La policía lanzó gases lacrimógenos dispersando a la gente cerca de un edificio del partido Ennahda, el mayor en el Parlamento.

Esto ocurre en momentos en que Túnez enfrenta una dramática escalada de crisis política y sanitaria con las peores tasas de mortalidad por la COVID-19. De hecho, desde la semana pasada, miles de ciudadanos han protestado, en medio de la represión policial, contra la mala gestión de la crisis sanitaria y por el deterioro de las condiciones de vida. 

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