“Bueno, no los he debatido, pero he dicho que ¿quién determinó estos números? Si alguien está a favor, obtienes un dato, si alguien está en contra, obtienes otro dato”, ha dicho este miércoles Mahathir Mohamad, en respuesta a una pregunta que le ha formulado un estudiante tras dar un discurso en la Universidad de Columbia, en EE.UU., sobre la cantidad de judíos muertos en el “Holocausto”.
El primer ministro del país asiático también ha cuestionado, de esta manera, la cifra de las víctimas del “Holocausto”, agregando que los judíos “gobiernan el mundo por poder”.
En este sentido, Mohamad ha indicado que también se debe expresar simpatía por otros grupos minoritarios y ha condenado al Gobierno de Myanmar (Birmania) por el sufrimiento que les está causando a los musulmanes Rohingya, subrayando que la comunidad internacional no tomó medidas después de que millones de personas fueran asesinadas en los últimos años por el Ejército birmano.
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Bueno, no los he debatido, pero he dicho que ¿quién determinó estos números? Si alguien está a favor, obtienes un dato, si alguien está en contra, obtienes otro dato”, ha dicho Mahathir Mohamad, en respuesta a una pregunta que le ha formulado un estudiante tras dar un discurso en la Universidad de Columbia, en EE.UU., sobre la cantidad de judíos asesinados en el Holocausto.
“Estoy ejerciendo mi derecho a la libertad de expresión. ¿Por qué no puedo decir algo contra los judíos, cuando mucha gente dice cosas desagradables sobre mí, sobre Malasia, y no protesté, no me manifesté?”, ha expresado el premier malasio.
La palabra “Holocausto” es un término bíblico que significa “sacrificio” y se utiliza para denominar al supuesto exterminio sistemático de los judíos emprendido por el régimen nazi bajo el mando de Adolf Hitler y sus colaboradores durante la Segunda Guerra Mundial.
El presunto plan de exterminio de los judíos, no obstante, sirvió para justificar la partición de Palestina y el establecimiento del régimen de ocupación israelí, además del cobro de multimillonarias indemnizaciones hasta el día de hoy y otros beneficios políticos.
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Ese supuesto exterminio siempre ha sido un tema conflictivo. De hecho, en numerosos países occidentales, incluidos algunos europeos, es imposible cuestionarlo, y hay leyes y normativas que prohíben poner en duda la veracidad histórica de lo que se relata sobre lo ocurrido.
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