Los soldados turcos perdieron la vida en la noche del jueves al viernes por disparos de los integrantes del PKK en la provincia de Sirnak, cerca de la frontera que comparte el país euroasiático con Irak.
En represalia, la Fuerza Aérea turca ha efectuado varios ataques, matando a 34 combatientes del PKK.
Turquía está viviendo una situación caótica desde el pasado mes de julio, cuando un atentado suicida atribuido por Ankara a la banda terrorista takfirí EIIL (Daesh, en árabe) hizo estragos en un mitin kurdo en la ciudad fronteriza de Suruç, dejando 32 muertos y más de 100 heridos.
El PKK acusa al Gobierno de Ankara de apoyar a Daesh y facilitarle la ejecución del ataque, razón por la que tiroteó y abatió a dos agentes policiales a modo de represalia en la ciudad de Ceylanpinar, en el sureste del país y también cerca de la frontera con Siria.
Como respuesta, la aviación militar turca bombardeó las posiciones del PKK, tanto en Turquía como en Irak, y anunció el fin de la tregua establecida hace dos años con los kurdos.
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