“Apoyo total a la iniciativa de la Villa de París y a #TelAvivsurSeine. Alto a la avalancha de estupidez”, tuiteó ayer miércoles Valls —conocido por sus posicionamientos proisraelíes—, tras una semana de crecientes tensiones por la planeada celebración de una jornada de promoción del turismo en Palestina ocupada con patrocinio municipal.
Apoyo total a la iniciativa de la Villa de París y a #TelAvivsurSeine. Alto a la avalancha de estupidez", tuiteó ayer miércoles el primer ministro francés, Manuel Valls.
La tensión ha llegado al punto de que el teniente primero de alcalde, Bruno Julliard, declaró ayer: “habrá una presencia policial numerosa, por lo que quizá sea algo menos festivo de lo previsto, pero el evento tendrá lugar”.
“Hasta cinco unidades de fuerzas móviles podrán intervenir durante la jornada, completadas con medios especializados”, anunció la Prefectura de Policía, cuya histórica sede se encuentra a escasos metros de los muelles del Sena en los que se desarrollará la “fiesta”.
Los colectivos propalestinos han manifestado su indignación por la operación de legitimación del régimen israelí, pretendiendo dar una imagen lúdica y relajante del mismo, cuando el asedio militar por el régimen de Tel Aviv aún no permite recuperarse a Gaza de la agresión militar del año pasado, que mató a más de 200 personas.
No hay apartheid progresista. Es con el boicot y no con intercambios como se forzó al antiguo régimen de África del Sur a abandonar el apartheid, ha manifestado la Unión Judía Francesa por la Paz (UJFP).
La Coordinadora de los Llamados a una Paz Justa en Oriente Próximo (CAPJPO, en francés), junto a una decena de organizaciones más, han convocado un evento rival en las inmediaciones del oficial, bautizado “Gaza Playa”, en el que se informará sobre el estado de la ocupación y se presentarán la gastronomía y la moda autóctonas palestinas.
La Unión Judía Francesa por la Paz (UJFP), por su parte, ha tachado de “intolerable” la “complicidad de la alcaldía de París” con el “aplastamiento” de Palestina por el régimen israelí, recordando que Tel Aviv se haya a unas decenas de kilómetros de Gaza, donde “ya casi no hay agua potable”.
“No hay apartheid progresista. Es con el boicot y no con intercambios como se forzó al antiguo régimen de África del Sur a abandonar el apartheid”, argumenta la UJFP frente a la alcaldesa, Anne Hidalgo, que defiende un supuesto carácter “de oposición” de Israel.
En cuanto al Partido de Izquierda (PG, en francés), exigió ayer a la alcaldesa un cambio en la programación para dar un auténtico carácter pacifista al evento o que, en caso contrario, anule lo que califican de “operación de propaganda, en definitiva, para el gobierno israelí”.
Y el Partido Comunista (PC) francés calificó ayer de “inaceptables” las acusaciones de “antisemitismo”, “vehiculadas por ciertos medios de comunicación”, contra quienes se oponen a la jornada.
Incluso la oposición conservadora de Los Republicanos —antigua Unión por un Movimiento Popular— ha reclamado a Hidalgo, del Partido Socialista, que ponga fin a sus vacaciones y regrese a París ante la crisis política desencadenada por su iniciativa.
La jornada ha sido defendida, sin embargo, por dos representantes del Frente Nacional de Marine Le Pen: el vicepresidente del partido, Florian Philippot y el cabeza de lista en las próximas elecciones regionales, Wallerand de Saint-Just, dentro de la evolución sionista de la formación, marcada por los recientes intentos de expulsión del expresidente Jean-Marie Le Pen.
La jornada propagandística fue acordada el pasado mes de mayo en un polémico viaje a Palestina ocupada de Hidalgo, para participar en un congreso que se cerró —sin protestas— con un llamado a la instauración de una red internacional de censura prosionista de Internet.
Las protestas y opiniones sobre el evento se identifican en las redes sociales de Internet con la etiqueta #TelAvivsurSeine.
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