En un comunicado el FN argumenta que la suspensión cautelar contra Le Pen se produjo por sus reiteradas declaraciones en las que apunta al holocausto como "un detalle de la historia" y que fueron motivo para que su hija lo convocara a presentarse ante el comité disciplinario del partido, pero Le Pen evitó comparecer.
"No he estudiado especialmente la cuestión, pero creo que es un detalle en la historia de la Segunda Guerra Mundial", dijo Jean-Marie Le Pen.

Jean-Marie Le Pen, que había afirmado anteriormente reconocer la verdad del holocausto, en recientes declaraciones trivializó este hecho al referirse a las supuestas cámaras de gas como una "anécdota de la Historia".
"No he estudiado especialmente la cuestión, pero creo que es un detalle en la historia de la Segunda Guerra Mundial", dijo.
Las discordancias internas se agudizaron cuando el 2 de abril de 2015 el periodista Jean-Jacques Bourdin preguntó a Le Pen si mantenía sus declaraciones de 1987, según las cuales las supuestas cámaras de gas homicidas de los campos de concentración alemanes no eran más que “un detalle de la historia”.

El líder nacionalista galo confirmó sus palabras, haciendo la observación de que, bajo cualquier forma que adopte, “la guerra es horrible, (ya sea) el estallido de un obús que te revienta el vientre, una bomba que te decapita o una habitación que te asfixia”. Le Pen negó que sus declaraciones tuvieran algún cariz “antisemita”.
La afirmación de Le Pen sobre sus polémicos comentarios históricos llevó a su hija y máxima dirigente del FN, Marine Le Pen, a afirmar que estaba “en profundo desacuerdo” con su padre, quien planeaba postularse como candidato presidencial en 2017, y aun fue más enérgica la reacción tras conceder una muy controvertida entrevista de su progenitor al semanario nacionalista y antiliberal Rivarol.
Sin embargo, Marine Le Pen, desde hace años, se esfuerza por adaptar las declaraciones de los miembros del partido a las exigencias de lo “políticamente correcto” en Francia, donde los medios de comunicación están férreamente controlados por un conjunto de organizaciones sionistas.
Cabe señalar que en 1944, a los 16 años, Jean-Marie Le Pen trató de alistarse para luchar en el movimiento de resistencia contra los ocupantes alemanes. Fue rechazado por su juventud —16 años— y por ser huérfano de padre.
fdd/ncl/hnb
