Las autoridades turcas han arrestado en Estambul, en el extremo noroccidental del país, a dos ciudadanos emiratíes sospechosos de trabajar para los servicios de inteligencia de su país, ha informado este viernes la agencia de noticias estatal turca Anadolu.
Los detenidos, cuyas identidades no se han publicado por el momento, han confesado haber espiado a ciudadanos árabes para Abu Dabi.
El arresto de estas dos personas, en una fecha no precisada, se anuncia más de seis meses después del asesinato del periodista crítico saudí en el consulado de su país en la misma Estambul, que despertó una ola de indignación mundial contra el príncipe heredero Muhamad bin Salman, responsable del crimen según numerosos indicios.
Ankara está tratando de averiguar si los detenidos están o no vinculados con el asesinato en octubre del columnista de The Washington Post, cuyo cuerpo continúa en paradero desconocido, añade Anadolu.
Los dos sospechosos han sido entregados a las autoridades judiciales tras un interrogatorio, ha publicado por su parte la agencia de prensa DHA, también turca.
En un principio, Riad aseguró que Khashoggi había abandonado la oficina consular por su propio pie, pero finalmente, ante la presión internacional, reconoció la muerte afirmando que había sido un accidente en una pelea. Más tarde, ante la evidencia, no le quedó más remedio que admitir que el columnista fue drogado y descuartizado.
El propio Washington Post reveló el 16 de noviembre que las investigaciones de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) estadounidense sobre el asesinato de indicaban que la orden de matar al columnista fue dada por Bin Salman.
Por su parte, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha asegurado una y otra vez que seguirá investigando el asesinato de Khashoggi y ha lamentado la falta de cooperación del régimen de Riad.
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