El fallo ratifica las condenas a la horca dictadas el pasado 28 de julio en un juicio masivo de 700 partidarios de movimiento de los Hermanos Musulmanes (HHMM), acusados por diversos cargos, desde asesinatos hasta daños a la propiedad, cometidos durante las protestas violentas de 2013.
La decisión de hoy se ha tomado después de que, tras la emisión de la sentencia en julio, el caso fue remitido al gran muftí Shauqi Alam, la principal autoridad religiosa de Egipto, para que se pronuncie al respecto.
La megacausa juzga los incidentes que se produjeron durante el desalojo violento de las acampadas en las plazas de Rabaa al-Adawiya y Al-Nahda, en El Cairo (capital) el 14 de agosto de 2013, en la que se encontraban miles de personas para respaldar al presidente egipcio Mohamed Mursi, de los HHMM, que había sido derrocado poco antes por el Ejército.
Además de las condenas a la pena capital, otras decenas de personas recibieron condenas perpetuas o sentencias de 5 a 15 años en prisión. El propio hijo del depuesto presidente Mursi fue sentenciado a 10 años de cárcel.
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