“Alemania apoya cualquier diálogo regional entre la República Islámica de Irán y los países limítrofes del Golfo Pérsico”, ha afirmado este lunes el portavoz del Ejecutivo alemán, Steffen Seibert.
Berlín, ha asegurado el portavoz alemán, está interesado en una cooperación constructiva con el mundo árabe y con Irán, que, según ha insistido, desempeña un importante rol en Oriente Medio.
Seibert ha hecho estas declaraciones en reacción a las palabras pronunciadas el domingo en una conferencia en Riad, la capital saudí, por el presidente de EE.UU., Donald Trump, que dedicó parte de su discurso a lanzar ataques verbales contra la República Islámica de Irán, a la que volvió a acusar de promover el “terrorismo y sectarismo” y pidió a todos los países que trabajen juntos para “aislar” a Teherán.
El domingo, el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, reaccionó rechazando esas acusaciones antiraníes de Trump y reiterando que el objetivo de Washington no es sino sacar dinero a Arabia Saudí.
También en Alemania, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Martin Schaefer, ha considerado por su parte erróneo ver los asuntos de Oriente Medio en ‘blanco y negro’.
Alemania apoya cualquier diálogo regional entre la República Islámica de Irán y los países limítrofes del Golfo Pérsico”, ha afirmado el portavoz del Ejecutivo alemán, Steffen Seibert.
Y a su vez, el ministro de Exteriores de Alemania, Sigmar Gabriel, ha manifestado este lunes la disposición de su Gobierno a interactuar con el nuevo Ejecutivo iraní, tras la reelección del presidente Hasan Rohani.
Sin embargo, Gabriel ha pedido al Gobierno de Irán que actúe de manera responsable y apoye “la política de la paz” en la región.
Irán ha condenado contundentemente las posiciones erróneas, las declaraciones intervencionistas y las medidas perturbadoras y provocadoras de la nueva Administración de EE.UU., cuyo objetivo es fomentar la estabilidad y superioridad del régimen de Israel.
Parece que las repetidas acusaciones de Trump y sus antecesores contra Irán, así como sus intentos de generar iranofobia en el Oriente Medio, son parte de la estrategia de Washington para crear una amenaza ficticia con el fin de conseguir contratos millonarios de venta de armas con los Estados árabes, como hizo el sábado en Riad.
mep/mla/ask/hnb
