En México, el partido en el poder avanza firme para nombrar su candidato a la presidencia. Dentro del proceso para designarlo, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, dio el primer paso al renunciar a su cargo a partir del 12 de junio.
Para el presidente, este es un nuevo proceso que rompe con las reglas no escritas de la política mexicana.
El 31 de mayo, el Instituto Nacional Electoral, aprobó que en septiembre arranquen de manera oficial las campañas para renovar varios cargos de elección popular entre ellos la Presidencia de la República. Para otro de los aspirantes, Ricardo Monreal, su partido, Morena, no están adelantando tiempos políticos.
Para la oposición, los otrora llamados precandidatos, pero ahora nombrados como “corcholatas” por el propio presidente Andrés Manuel López Obrador, se adelantaron y por mucho al proceso electoral rumbo a las elecciones presidenciales del 2024.
Según el Instituto Nacional Electoral (INE), inician hasta el septiembre, las campañas de manera oficial, pero Morena, define el próximo domingo su método para designar su candidato a la Presidencia, mientras la oposición aún ni siquiera tiene candidatos visibles para el electorado.
Arturo Calvillo, Ciudad de México
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