En el corazón de Irak, la Marcha de Arbaín ha atraído una vez más a millones de peregrinos: un poderoso río de humanidad que fluye hacia Karbala para recordar los cuarenta días después del martirio del imám Hussein. Este año, igual que los años anteriores, se hace eco durante la caminata una voz aún más fuerte: la de la solidaridad con el pueblo palestino.
Entre pancartas, cánticos y despliegues simbólicos, los manifestantes expresan apoyo incondicional a los palestinos en Gaza, que desde hace más de un año sufren la ocupación y la violencia constantes por parte del régimen israelí.
Muchos afirman que los principios que defendió el Imam Husein justicia, resistencia y dignidad frente a la tiranía son los mismos ideales que los palestinos y su lucha contra la ocupación israelí siguen encarnando hoy.
La carretera Najaf Karbala se ha convertido en una plataforma donde la fe se une a la defensa de los derechos humanos, y donde los gritos de libertad en Gaza resuenan profundamente con el legado de la Ashura.
El mundo es testigo, una vez más, de la multitudinaria caminata de Arbaín, en la que, todos los años, millones de musulmanes hacen acto de presencia, un puente que magnifica las luchas contra la opresión, y amplifica las voces de todos quienes quieren justicia para Palestina.
Samaneh Kachui, carretera Najaf Karbala, Irak
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