Según Sabereen News, el ataque con aeronaves no tripuladas tuvo como objetivo la instalación naval de Zevulun, cerca de la ciudad portuaria de Haifa.
Por su parte, la cadena libanesa Al-Mayadeen ha confirmado el ataque con drones contra Zevulun, al subrayar que la acción fue en apoyo al firme pueblo palestino en la Franja de Gaza, bajo ataque del régimen sionista desde el 7 de octubre pasado.
Hasta el momento, se desconocen la magnitud de los daños y el número de posibles víctimas.
La semana pasada, los grupos de resistencia iraquíes informaron del inicio de la “segunda fase” de sus operaciones antisraelíes, dirigidas a bloquear la navegación marítima del régimen de Tel Aviv en el mar Mediterráneo y a poner fuera de servicio los puertos de la entidad sionista.
En este escenario, la coalición de combatientes antiterroristas ha atacado este fin de semana un total de seis bases militares ocupadas por Estados Unidos en Siria e Irak, en represalia por el apoyo de Washington a la agresión israelí contra la Franja de Gaza y en muestra de solidaridad con los palestinos.
Según Sabereen News, la base de Al-Tanf en el sureste de Siria, cerca de la frontera con Jordania e Irak, había sido atacada por aeronaves no tripuladas, al tiempo que un dron cargado de explosivos impactó las instalaciones administradas por personal estadounidense en la ciudad de Al-Shaddadi, en el noreste sirio.
Anteriormente, los drones de combate habían acometido contra las bases ocupadas por Estados Unidos en la aldea de Khirbat Adnan en la provincia de Al-Hasaka, y en el distrito de Rukban, en el sureste de Siria, cerca de la frontera con Jordania.
Asimismo, la Resistencia Islámica en Irak, en un comunicado publicado en su canal de Telegram el sábado por la noche, se atribuyó la responsabilidad del ataque con aviones no tripulados contra la base aérea estadounidense de Ain al-Asad en la provincia occidental iraquí de Anbar.
En una declaración separada, el grupo anunció que una salva de cohetes había impactado una base militar que albergaba a las fuerzas de ocupación estadounidenses en un campo de gas de la oriental provincia siria de Deir Ezzor.
Israel desató una guerra genocida contra la Franja de Gaza como represalia por el fracaso sufrido durante la operación Tormenta de Al-Aqsa, ejecutada el 7 de octubre pasado por el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), en respuesta a décadas de crímenes de la entidad sionista contra el pueblo palestino.
Los bombardeos indiscriminados y la ofensiva terrestre del ejército de ocupación contra el sitiado enclave costero han dejado un saldo fatal superior a los 26 000 muertos, en su mayoría, niños y mujeres, y más de 64 000 heridos, de acuerdo a estimaciones oficiales.
Desde el inicio de la agresión del régimen de Tel Aviv contra Gaza, los movimientos de resistencia de la región de Asia Occidental han intensificado sus ataques contra objetivos israelíes y estadounidense, en respaldo al pueblo palestino.
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