La policía antimotines de la capital francesa ha recurrido a gases lacrimógenos para dispersar a los miembros indignados de la comunidad kurda que solo exige respuestas y protección al gobierno ante ataques racistas, incluido lo sucedido el viernes en la capital gala que dejó tres kurdos muertos.
“Sabemos que estamos bajo amenaza, los kurdos en general, los activistas y militantes kurdos. Francia nos debe protección”, ha dicho a BFM TV Berivan Firat, portavoz del Consejo Democrático Kurdo de Francia (CDK-F).
Al acto de protesta, convocado por el CDK-F, han asistido cientos de manifestantes kurdos, junto con políticos, incluido el alcalde del distrito central 10. La multitud ha ondeado banderas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo) y portado las imágenes de los activistas kurdos asesinados en enero de 2013 en París.
El CDK-F ya había denunciado la falta de justicia después de que se abandonara una investigación sobre el horrible atentado de 2013 en París —que dejó tres activistas kurdas muertas— luego de que el principal sospechoso muriera poco antes de ser juzgado.
La protesta se ha tornado violenta después de que varios manifestantes descontentos arrojaran proyectiles a los agentes de policía y los uniformados han respondido usando la fuerza. Como consecuencia de la violencia, varios autos fueron volcados y se produjeron pequeños incendios cerca de la Plaza de la República, el lugar de la protesta.
El presunto autor del tiroteo del viernes, identificado como William M., de 69 años, ha confesado haber actuado por “racismo”.
Los representantes de la comunidad kurda piden al Gobierno francés que el hecho sea calificado como acto “terrorista”. El CDK-F insiste en que el atentado del viernes ocurrido cerca del centro cultural kurdo Ahmet-Kaya fue planificado desde Ankara, país que califica de terrorista al PKK y ha intensificado la lucha contra la milicia kurda en Irak y Siria.
“Para nosotros, no hay duda de que estos son asesinatos políticos orquestados por Turquía”, dijo Agit Polat, portavoz del CDK-F.
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