“Las dotaciones de los sistemas HIMARS utilizados en el teatro de operaciones en el sur de Ucrania están formadas por militares de la OTAN retirados de la plantilla. A su vez, la custodia está a cargo de compañías militares privadas cercanas al Pentágono”, ha revelado este jueves un portavoz de las fuerzas rusas de seguridad, bajo condición de anonimato.
El lanzamiento de HIMRAS se realiza mediante el apoyo de los satélites militares de EE.UU., y para despistar a las Fuerzas Aéreas de Rusia, después de cada ataque cambian la posición de la lanzadora, ha añadido la fuente consultada.
Asimismo ha asegurado que los militares ucranianos no saben manejar estos sistemas, y solo les informan de la hora del lanzamiento de la salva y las coordenadas de los blancos.
El presidente del Estado Mayor Conjunto de los Estados Unidos, Mark Milley, había informado de la intención del país norteamericano y sus aliados de entregar a Ucrania más de 20 lanzacohetes múltiples HIMARS, de los que ya fueron entregados 12 sistemas.
Fue el 23 de junio cuando el ministro de Defensa del país eslavo, Oleksii Reznikov, anunció la llegada a Ucrania de los primeros cuatro sistemas HIMARS, que tienen un alcance promedio de 80 kilómetros y la capacidad de portar una batería precargada de seis misiles guiados de 227 mm (los M270 tienen dos) o una carga de misiles tácticos ATACMS, tal y como han subrayado los oficiales estadounidenses.
Washington equipó al Gobierno de Kiev con estos sistemas avanzados, pese a advertencias de Rusia sobre suministro de armas a Ucrania, que, a juicio de Moscú, son “no solo un movimiento peligroso, sino acciones que convierten a los convoyes pertinentes en objetivos legítimos”.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso, ha afirmado que en los últimos días al menos tres lanzaderas HIMRAS han sido destruidas en el territorio de la República Popular de Donetsk.
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