La primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas dejó al actual presidente Emmanuel Macron y a la candidata de extrema derecha Marine Le Pen, como las dos opciones para el balotaje del 24 de abril. En la primera ronda, el actual presidente logró casi un 28 % de las preferencias y aventajó en 4,7 puntos a Le Pen.
Ahora, en vísperas de la segunda vuelta, ambos entraron en un verdadero duelo a distancia, con el cual multiplican sus cínicas apariciones en los medios de comunicación para conseguir los votos necesarios. Por otra parte, la candidata de la Agrupación Nacional se muestra confiada de que puede ganar esta elección presidencial.
No obstante, para gran parte del pueblo no hay diferencia entre estos dos candidatos, ya que ambos comparten un proyecto de ataque a los derechos sociales.
Los gritos que se escuchaban de “Ni Macron ni Le Pen” de cientos de estudiantes a las puertas de la prestigiosa Universidad de la Soborna en la capital francesa, París, eran una muestra del hartazgo de parte de la juventud con un sistema político que, de nuevo, les obliga a decidir entre lo que para muchos es “el mal menor”. Según anunció este viernes el rectorado, la universidad fue desalojada de indignados en la madrugada del viernes.
Las encuestas de opinión muestran que Macron, con casi un 54 %, lleva diez puntos sobre Le Pen, sin embargo, es una ventaja pequeña en una contienda que podría ir en cualquier dirección.
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