“Media España no quiere que Franco sea exhumado ni el Valle de los Caídos profanado y expoliado”, afirmaba la organización Movimiento por España en su convocatoria a la protesta de este domingo en el conjunto monumental y funerario, situado unos 60 km al norte de Madrid (capital).
Con el evento, la asociación nacionalista pretendía oponerse a la intención proclamada por el nuevo presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, de sacar del mausoleo los restos de Franco, reubicar en un lugar menos prominente los del fundador de Falange Española José Antonio Primo de Rivera (1903-1936) y dedicar el lugar a las víctimas de la Guerra Civil Española (1936-1939) y el franquismo.
Pese a que a finales de junio el Ejecutivo socialista había anunciado que tenía previsto realizar la exhumación en el mes de julio, el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, había reconocido el sábado, en una entrevista con El Mundo, que la operación probablemente no podría llevarse a cabo este mes por haber pendientes “permisos familiares y cuestiones familiares”.
Ábalos señaló que el proyecto es fruto de “un acuerdo del Congreso” y que el Gobierno “debe llevarlo adelante”. Afirmó además que el Partido Popular (PP) “sin duda” mantiene vínculos históricos con el franquismo y que debe “superarlos”, y subrayó que la inexistencia de formaciones ultraderechistas relevantes en España se debe a “la capacidad del PP para no romper con todo ello”.
Aun así, los simpatizantes del dictador, muerto en 1975, se han agolpado en el mausoleo con banderas del régimen anterior, han cantado el himno falangista y han escenificado numerosos saludos romanos. La agencia Efe cifra la asistencia en “varios miles” de personas, los convocantes en 10 000 y diarios como Público y El País, en “cientos”.
Media España no quiere que (el fallecido dictador Francisco) Franco sea exhumado ni el Valle de los Caídos profanado y expoliado”, afirma la asociación nacionalista española Movimiento por España.
Especialmente resaltada ha sido la asistencia al acto de Luis Alfonso de Borbón, bisnieto del general Franco y pretendiente tanto al trono de España —ocupado por Felipe VI— como al de Francia —una república desde 1848—, que ha pasado un rato retratándose con los participantes en el acto.
Tras la celebración de una ceremonia católica en la basílica del monumento, un grupo de personas ha pretendido iniciar un encierro “de duración indefinida” para impedir la exhumación. Según medios afines a los convocantes, tras los requerimientos del servicio de vigilancia del monumento, el abad benedictino encargado del lugar ha logrado que los ocupantes abandonaran el recinto.
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