El director general del ministerio de asuntos exteriores del régimen de Israel, Dore Gold, en declaraciones formuladas en una presentación en Nueva York, EE.UU., sobre el Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés) alcanzado el pasado 14 de julio entre Irán y el Grupo 5+1, en dos ocasiones consideró a esas naciones árabes como "aliados de Israel".
El titular israelí, tras reiterar varias alegaciones infundadas del régimen de Tel Aviv contra el país persa, recalcó que Arabia Saudí ha sido el principal opositor del consenso logrado entre Irán y el Sexteto (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia, China y Alemania).
El exembajador del régimen de Israel ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), calificó de aceptable en el corto plazo el cierre de los diálogos entre Irán y el G5+1, no obstante, en otra señal de las alegaciones sin bases, precisó que tras el levantamiento de las limitaciones contra Irán, el consenso será un desastre a largo plazo para el régimen de Tel Aviv.
Por su parte, el exjefe de la inteligencia militar israelí, Amos Yadlin, insistió en la cooperación de EEUU. e Israel en el marco de un acuerdo entre ambos lados con el fin de recolectar informaciones sobre la supuesta violación del consenso por parte de Irán.
Asimismo, instó a Washington a endurecer la posibilidad de la opción militar contra el país persa, al mismo tiempo que aseguró que el régimen de Tel Aviv encontrará una salida una vez aprobado definitivamente el acuerdo en EE.UU.
La conclusión de los diálogos nucleares ha recibido el beneplácito de gran parte de las naciones del mundo desde la Unión Europea (UE), Asia-Pacífico y Oriente Medio hasta América Latina, si bien, se oponen los diputados republicanos estadounidenses, Israel y algunos de sus aliados, como Canadá.
El 20 de julio, los 15 miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) aprobaron por unanimidad, la resolución 2231, que contempla el levantamiento de las sanciones antiraníes.
Washington y sus aliados acusan a Irán de buscar fines bélicos en su programa de energía nuclear. Por su parte, el país persa, además de rechazar esas alegaciones, señala que, como miembro de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) y signatario del Tratado de No Proliferación (TNP), tiene legítimo derecho a adquirir y desarrollar energía nuclear con fines pacíficos.
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