El secretario de Defensa del Reino Unido, Ben Wallace, afirmó el miércoles que el Partido Laborista (PL) británico mientras estaba en el poder, arrastró el país a “guerras ilegales”.
“Gran parte del desastre en el que estamos involucrados y que tenemos que limpiar se debe a sus guerras ilegales”, indicó Wallace durante una sesión en la Cámara de los Comunes.
Además, señaló que estas “guerras ilegales” instigadas por los laboristas contribuyeron a un “lío legal” que enfrentan las tropas británicas.
El funcionario británico hizo estas declaraciones luego de que John Healey, el portavoz de Defensa de la oposición laborista, advirtió que un Proyecto de Ley, de Operaciones en el Extranjero (Personal de Servicio y Veteranos), no protege a las tropas del país del enjuiciamiento por asuntos históricos.
El Reino Unido, junto a su aliado histórico EE.UU., invadieron Irak en marzo de 2003, so pretexto de que en dicho territorio había armas de destrucción masiva que debían ser destruidas, aunque luego se vio que ni siquiera existían.
Asimismo, Londres desplegó sus tropas en territorio afgano por primera vez en 2001, como parte de la coalición internacional formada por Estados Unidos, bajo pretexto de luchar contra el terrorismo. La ofensiva apartó del poder al grupo extremista Talibán, pero la inseguridad, pese a la presencia de soldados extranjeros, sigue haciendo estragos en todo el territorio.
En la actualidad, el Reino Unido cuenta con 1100 soldados en Afganistán, la mayoría de ellos en la ciudad capitalina de Kabul y sus alrededores, como parte de la misión ‘Apoyo Decidido’ (Resolute Support), según las últimas cifras oficiales.
Varios medios de comunicación han informado en reiteradas ocasiones que las fuerzas británicas han matado habitualmente a civiles afganos e iraquíes, pero el Gobierno y el Ejército británicos han encubierto los asesinatos en lugar de castigarlos.
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