La Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio de Estados Unidos informó el jueves de que el Producto Interior Bruto (PIB) del país se contrajo el 0,2 % en el segundo trimestre de 2022 respecto a los tres meses anteriores, lo que técnicamente alimenta dudas de recesión económica. Es el segundo periodo consecutivo que el índice muestra crecimiento negativo.
Al respecto, el mandatario estadounidense, Joe Biden, desestimó, mediante un comunicado publicado en la misma jornada, cualquier noción de que los datos representen una economía en recesión, señalando que tras el crecimiento económico histórico de 2021 y recuperación de todos los empleos del sector privado perdidos durante la crisis de la pandemia, no sorprende que la economía se esté desacelerando, a medida que la Reserva Federal actúa para reducir la inflación.
“Pero incluso cuando enfrentamos desafíos globales históricos, estamos en el camino correcto y saldremos de esta transición más fuertes y seguros”, enfatizó Biden.
En medio de una inflación histórica en EE.UU., Biden resaltó que su plan económico está enfocado en bajar la inflación sin renunciar a todas las ganancias económicas que se ha logrado, y que el Congreso tiene una oportunidad de hacerlo al aprobar la Ley de Chips y de Ciencias y la Ley de Reducción de la Inflación sin demora.
El índice de inflación de precios al consumidor en Estados Unidos alcanzó el 9,1 % en junio, el nivel más alto en 40 años.
El presidente demócrata culpa a las compañías de petróleo y gas de aumentar la inflación y pidió que bajen los precios, una acusación que fue rechazada por parte de dichas firmas asegurando que el mandatario está engañando a los ciudadanos.
De hecho, la principal razón de esta incontrolable inflación, tanto en EE.UU. como en Europa, es la aplicación de severas sanciones occidentales a Rusia con efectos adversos por el caso de Ucrania, que según informes, podría exacerbar la inflación todavía más.
rth/ctl/mrg
