Se llama Arat Hoseini. Ahora, tiene tres años. Pero su padre descubrió su talento innato cuando tenía tan solo tres meses. Arat tenía una fuerza descomunal en los brazos, y podía mantenerse colgado de una barra sin problemas. También era capaz de dar volteretas y literalmente, escalar una pared.
Su padre dejó su trabajo y se dedicó a entrenar a Arat. Abrió una página de Instagram y subió vídeos de su hijo, lo que le valió fama nacional e internacional. Los vídeos de sus acrobacias fueron emitidos en todo el mundo, desde el este asiático, hasta Europa y Estados Unidos.
Su fama se maximizó cuando Arat participó en un show de talentos en China. Dejó boquiabierto al público en uno de los países más poderosos en la esfera de la gimnasia a nivel mundial.
Ahora, cazatalentos de todo el mundo intentan atraer al padre e hijo, ofreciéndoles todo tipo de comodidades. No obstante, Arat sigue en Irán, entrenando y fortaleciéndose.
Arat no es el único niño prodigio de deportes en Irán. Recientemente, una chica de 4 años llamada Baran Gudarzi se ha convertido en una sensación en las redes sociales por sus encantadores movimientos con unas pesas.
El padre de Baran asegura que su hija es tímida, pero entrena cada día para convertirse en una fisicoculturista de primera clase.
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