Durante un desfile militar realizado en Teherán, el presidente, Seyed Ebrahim Raisi, consideró que la presencia de fuerzas extranjeras generará inestabilidad en la región. También declaró que ningún grupo armado está permitido de conspirar contra el país persa.
Irán exhibe su poderío militar. El desfile militar en todo el país conmemora la semana de Defensa Sagrada que marca el inicio de la invasión del régimen del dictador iraquí, Sadam Husein, contra Irán, que tuvo lugar entre 1980 y 1988.
Todos los cuerpos militares del país, las fuerzas del Ejército, el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica, la policía y las fuerzas populares, participaron en la marcha. En Teherán, fueron exhibidos varios equipamientos militares de producción nacional, incluido drones, misiles de largo alcance y plataformas de lanzamiento de misiles, entre otros.
En el discurso inaugural, el presidente de Irán, Seyed Ebrahim Raisi, resaltó la autosuficiencia del país en la industria militar y defensiva, afirmando que en la región se reconoce este poderío.
Raisi dejó claro que ningún grupo armado o separatista cerca de las fronteras de Irán tiene permitido tener armas y conspirar contra el país. Calificó como un paso positivo el desarme de grupos armados por parte del gobierno iraquí en la frontera con Irán. El mandatario iraní también afirmó que su gobierno siempre enfatiza en la política de la buena vecindad, incluidas las cooperaciones militares.
En sus declaraciones, el presidente iraní destacó que el país nunca se detuvo por las sanciones y recordó que una muestra obvia de ello es la actual capacidad defensiva de Irán.
Irán dice mantener al máximo el poderío disuasivo para responder a posibles amenazas; se trata de desarrollar una política permanente, la cual además, según autoridades iraníes, garantiza la seguridad de la región.
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