Por Maryam Qarehgozlou
Las alfombras turcomanas, bordados, pañuelos de seda y joyería representan la rica identidad cultural de Golestán, atrayendo turistas y demanda en los mercados globales.
Con más de 7500 artesanos y exportaciones en aumento, las artesanías de Golestán sostienen medios de vida, fomentan un renacer cultural y dinamizan el desarrollo local.
La provincia nororiental de Golestán, en Irán, conocida desde hace siete milenios por su patrimonio cultural, está surgiendo como uno de los centros más dinámicos del país en artesanía tradicional.
Impulsadas mayormente por las habilidades de mujeres artesanas rurales, las alfombras, textiles, joyas y trabajos en madera de la región no solo sostienen la economía local, sino que también llegan a mercados globales que abarcan desde Asia Central hasta Europa.
Las artesanías de Golestán se sitúan en la encrucijada entre historia, identidad y oportunidad económica.
La provincia, hogar de un mosaico de grupos étnicos, especialmente comunidades turcomanas, ha convertido sus antiguas tradiciones artísticas en una de las marcas culturales más reconocidas de Irán.
El motor de la industria
Hoy, los turistas acuden en masa a la provincia para explorar sus paisajes naturales y regresan con alfombras de ricos diseños, prendas bordadas, alfombras de fieltro y tejidos artesanales.
En el año fiscal 2023-2024 (que finalizó en marzo de 2024), esta provincia del norte, ubicada al sureste del mar Caspio, registró más de 3.3 millones de dólares en exportaciones de artesanías, según datos oficiales.
Los productos exportados incluyen desde obras en madera y artesanías en piedra hasta kilims, alfombras, bordados, artículos de cuero, cerámica y tejidos hechos a mano.
Estas mercancías se envían a una lista notablemente diversa de destinos, entre ellos Turkmenistán, Armenia, Uzbekistán, Bulgaria, Alemania, Reino Unido, Italia, Grecia y Emiratos Árabes Unidos.
Esta demanda global refleja la combinación única de autenticidad, precisión artística y simbolismo cultural que ha despertado un enorme interés en los últimos años.
Aproximadamente 7500 artesanos están activos en el sector artesanal de Golestán, y la distribución demográfica es llamativa: el 95 % de estos productores son mujeres, de las cuales cerca del 70 % viven en áreas rurales.
En aldeas dispersas por Gorgán, Aqqala, Kalaleh, Gonbad-e Kavus y más allá, la artesanía es más que una tradición. Es un sustento económico vital para la población local.
Los expertos afirman que, con programas de formación reforzados, un mejor acceso a los mercados y canales de exportación ampliados, Golestán podría convertirse en uno de los principales centros artesanales del país.
Los cimientos ya existen: conocimientos centenarios, artesanos cualificados y una identidad cultural distintiva.
Artesanías emblemáticas de Golestán
Alfombras turkmenas: La joya de la corona
La artesanía más célebre de la provincia de Golestán, que limita con Turkmenistán al norte, es la alfombra turkmena, un símbolo de orgullo regional y maestría artesanal.
Con una historia que se remonta a casi 6.000 años, estas alfombras presentan intrincados patrones como el Ersaei Gol, Ayeneh Gol, Mari Gol y Jowal Gol.
El tejido de alfombras es realizado exclusivamente por mujeres turkmenas, que transmiten diseños y técnicas a través de las generaciones.
Las alfombras elaboradas por las tribus Tekke, Atabai y Jafarbay de la provincia son particularmente renombradas por su calidad y durabilidad, y tienen gran demanda en los países vecinos.
Tejido de Kilim y Pallas
El Pallas, un kilim plano y sin pelo, es otro textil tradicional con profundas raíces culturales. Sus motivos florales repetitivos, especialmente el icónico Gol Aydee de nueve pétalos, reflejan significados simbólicos muy apreciados por las comunidades turkmenas. Aqqala, Gonbad y Kalaleh son sus principales centros de producción.
Jajimcheh
Este textil de lana, tejido por mujeres en la aldea de Ziarat, cerca de Gorgán, se usaba históricamente como cubierta para suelos. Hoy, ha evolucionado hacia un material de moda para bolsos, cojines y decoración del hogar, mostrando una versatilidad moderna arraigada en la tradición.
Pañuelos de seda turkmena
Uno de los souvenirs culturales más reconocibles de Golestán es el gran pañuelo de seda turkmeno, conocido por sus vibrantes diseños y estética tradicional. Tejidos con hilo de seda de alta calidad, estos pañuelos son muy valorados tanto a nivel local como internacional.
Bordado tradicional
El bordado turkmeno, elaborado por mujeres con hilos de colores brillantes, se utiliza para decorar gorros infantiles, mangas de vestidos femeninos, cuellos y puños. Sus diseños geométricos y colores audaces reflejan siglos de continuidad cultural.
Fabricación de fieltro
La fabricación de fieltro en Golestán es una artesanía distintiva liderada por mujeres. A diferencia de muchas otras provincias iraníes donde los hombres dominan la práctica, las mujeres turkmenas crean alfombras de fieltro con motivos como Gooche, Escorpión Amarillo, Tirana y Ojo de Camello. Estos patrones simbólicos suelen tener un significado cultural.
Tejido de seda
Con raíces que se remontan a la era safávida, el tejido de seda sigue siendo una de las artesanías más prestigiosas y lucrativas de la provincia. Las comunidades locales producen capullos de gusano de seda y transforman la seda en toallas, pañuelos, mantones y prendas tradicionales. Los tejidos suelen presentar franjas coloridas, cuadros y bordes decorativos.
Joyería turkmena
Entre los turistas nacionales y extranjeros, la joyería turkmena de plata, a menudo adornada con ágata roja, es uno de los recuerdos más solicitados. Tocados, collares, cinturones, pendientes, anillos y pulseras no son meramente decorativos; reflejan la identidad social, el estado civil y las tradiciones turkmenas más arraigadas.
Textiles tradicionales de algodón
Mujeres de toda Golestán tejen telas de algodón utilizadas tanto para necesidades domésticas como para fines decorativos. Elaboradas con hilo de algodón suave y disponibles en una amplia paleta de colores, estos textiles reflejan la creatividad cotidiana de los artesanos rurales.
Cestería (Hasir-Bafi)
La cestería, o Koob-Bafi, es otra artesanía importante, especialmente en las aldeas de Cheqer, Mehtarkalateh y Salikandeh. Aunque una vez estuvo al borde de la desaparición, el oficio ha experimentado un renacimiento gracias a los esfuerzos locales y ha sido oficialmente registrado como parte del patrimonio cultural inmaterial de Irán.
La artesanía, motor del turismo y del desarrollo local
Para Golestán, las artesanías no son meramente artefactos culturales, sino un cimiento para el desarrollo sostenible. Los turistas que visitan los bosques, llanuras y sitios históricos de la región a menudo buscan los mercados tradicionales para adquirir alfombras turkmenas, prendas bordadas, pañuelos de seda y joyería. Estas compras proporcionan un ingreso significativo a las familias rurales y fomentan la preservación de habilidades en peligro de desaparecer.
A medida que crece el apetito global por productos auténticos y hechos a mano, Golestán está en una posición única para expandir su presencia en los mercados internacionales. Con una inversión más sólida en formación, comercialización e infraestructura de exportación, la provincia podría acercarse a cumplir su potencial, largamente reconocido, como una de las capitales artesanales más destacadas de Irán.
