Más de 36 millones de colombianos están habilitados para votar en la segunda vuelta de las presidenciales, quizás las más importantes y polarizadas de las últimas décadas.
El Gobierno dice que todo está listo y que despliega unos 157 mil efectivos de las Fuerzas Armadas para garantizar la seguridad de la jornada electoral.
Por primera vez en Colombia, un balotaje se celebra entre un izquierdista y un derechista. Sus propuestas son opuestas respecto a la economía, política y al acuerdo de paz con la exguerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El nuevo presidente tendrá el reto de la desaceleración económica, y una nueva generación de grupos ilegales armados dedicados al narcotráfico contra las zonas desalojadas por las FARC, entre otros temas.
La primera ronda de las presidenciales se celebró el domingo 27 de mayo. Iván Duque, del Centro Democrático (CD), obtuvo 39 por ciento de los votos y Gustavo Petro el 25 por ciento.
Cada candidato tiene su talón de Aquiles. La cercanía de Duque al expresidente Álvaro Uribe es vista con recelo por aquellos que quieren una sociedad reconciliada. Por otra parte, las promesas de Petro de aumentar la inversión social y los impuestos a los ricos han inquietado a los inversionistas.
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