“(Debemos) convertir al Ejército Popular de Liberación en un gran muro de acero que proteja efectivamente la soberanía nacional, la seguridad y los intereses de desarrollo”, ha dicho este lunes Xi a unos 3000 delegados en la Asamblea Popular Nacional.
Ha agradecido a la Asamblea Popular Nacional por haberle reelegido para un tercer mandato de cinco años, para luego resaltar que “la confianza de la gente es el mayor motor que le impulsa a seguir adelante”.
En su intervención, el mandatario además insistió en la “reunificación” de Taiwán con la China continental, enfatizando la necesidad de oponerse a las influencias “pro-independencia” en la isla.
Xi, quien anteriormente no descartó el uso de la fuerza contra Taiwán, urgió también a “promover el desarrollo pacífico de las relaciones a través del Estrecho”.
El presidente chino concentró la gestión de sus mandatos anteriores en mayor parte en el refuerzo del poderío militar del país mediante la innovación científica y tecnológica en el campo de la defensa.
Dentro del marco del mismo plan, el Ministerio chino de Finanzas anunció el 5 de marzo que el país aumenta en 7,2 % su presupuesto de Defensa para 2023, manteniendo un alza de un dígito por octavo año consecutivo.
El enfoque de Xi en fortalecer la seguridad y el Ejército surge en medio de la escalada de las tensiones entre China y EE.UU. en sectores que van desde el comercio y la tecnología hasta la geopolítica, especialmente el tema de Taiwán.
Entretanto, EE.UU. se ha manifestado inquieto por el avance de capacidad de combate del gigante asiático, y sigue acusando a Pekín de desarrollar su potencia militar contra otros países.
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