La nueva alianza militar de Estado Unidos, el Reino Unido y Australia, nacida el pasado 15 de septiembre, sigue generando preocupación para China y varios otros países de la región de Asia-Pacífico.
El ambicioso pacto de defensa entre los tres países anglosajones, el AUKUS, en la primera fase supone la construcción de ocho submarinos nucleares para Australia, de este modo, busca plantar cara a China y dar un salto cualitativo en el cerco naval.
Pekín, sin embargo, expresó su seria preocupación y arremetió contra la alianza.
Conforme a las declaraciones del portavoz del Ministerio chino de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian, muchos países de la región están preocupados por las probables consecuencias negativas de la nueva alianza y que la comunidad internacional, en su conjunto, cree que tal cooperación entre EE.UU., el Reino Unido y Australia crea un serio riesgo de propagación del arma nuclear que viola los principios del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares; una preocupación que Pekín considera bastante justificada y razonable.
El nacimiento de la asociación con el objetivo de impedir el crecimiento pacífico de China, afecta también al resto de los pueblos y países del planeta, razón por la cual los expertos lo consideran como una amenaza para la paz mundial.
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