El portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado (Ejecutivo) de China, Ma Xiaoguang, censuró, en concreto, el recién llamado de la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, a la comunidad internacional a “constreñir” a Pekín, antes de que “dañe la democracia global”.
“Tenemos que trabajar juntos para reafirmar los valores de la democracia y la libertad para contener a China continental y minimizar la expansión de su influencia hegemónica”, señaló el lunes la mandataria taiwanesa en una entrevista concedida a la agencia francesa de noticias AFP.
El vocero del Gobierno chino, en declaraciones formuladas el miércoles durante una rueda de prensa, rechazó las declaraciones “erróneas” y “engañosas” de Tsai, que según aseveró, solo aumentan la tensión entre las dos partes.
En esta misma línea, acusó a la actual Administración taiwanesa, bajo el mando de Tsai, de tratar de “crear hostilidades” entre los compatriotas de ambos lados del estrecho de Taiwán.
Tenemos que trabajar juntos para reafirmar los valores de la democracia y la libertad para contener a China continental y minimizar la expansión de su influencia hegemónica”, señaló a presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen.
China reclama que Taiwán es parte de su territorio, a pesar de que, desde 1949, los taiwaneses se gobiernan como una nación con sus propios ministros y políticas nacionales y de exteriores, independientes de Pekín.
La escalada de tensiones se ha acentuado con la llegada al poder en mayo de 2016 de Tsai y tras la firma de la Ley de Viajes a Taiwán (TTA, por sus siglas en inglés), por el presidente de EE.UU., Donald Trump, que promueve desplazamientos de funcionarios estadounidenses de todos los niveles a la isla asiática y viceversa.
China sostiene que la política de ‘una sola China’ no es negociable bajo ningún concepto y avisa a la clase política taiwanesa de que no se acerque a EE.UU. con el objetivo de concretar sus planes independentistas.
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