Conforme a resultados de un sondeo elaborado recientemente por la encuestadora Plaza Pública de Cadem, y difundidos este domingo, el 55 % de los chilenos no confía en la palabra de Piñera, ni en la gestión que ha llevado a cabo el Gabinete de Ministros.
En concreto, la encuesta —realizada entre 711 personas a partir de los 18 años de edad en todo el territorio chileno— pone de manifiesto que la aceptación popular del primer año de mandato de Piñera es del 4,3 en una escala de 10.
El declive en la aceptación popular del mandatario chileno comenzó en agosto pasado, cuando se ubicó en el 46 %, con un repunte al 49 por ciento en octubre, para aterrizar en diciembre en el 39 por ciento, agrega Cadem.
(El presidente de Chile, Sebastián) Piñera tuvo un buen inicio, con una aprobación altísima, que llegó hasta un 60 % de aprobación, tuvo quizás el mejor inicio de un Gobierno desde el 90, pero en la medida en que pasó el tiempo esas expectativas se empezaron a frustrar, con especial énfasis en los temas económicos y de orden”, señala Roberto Izikson, gerente de Asuntos Públicos y Estudios Cuantitativos de la encuestadora Cadem.
Según Roberto Izikson, gerente de Asuntos Públicos y Estudios Cuantitativos de Cadem, el rechazo popular hacia la actual Administración chilena se debe al incumplimiento de los compromisos económicos y el ordenamiento de la nación.
La evaluación obtenida por Piñera, prosigue Izikson, responde además al impacto social por caso del joven mapuche Camilo Catrillanca, asesinado a tiros en noviembre pasado durante una operación policial en la región de La Araucanía.
“Piñera tuvo un buen inicio, con una aprobación altísima, que llegó hasta un 60 % de aprobación, tuvo quizás el mejor inicio de un Gobierno desde el 90, pero en la medida en que pasó el tiempo esas expectativas se empezaron a frustrar, con especial énfasis en los temas económicos y de orden”, ha señalado Izikson.
El pasado 21 de diciembre, chilenos indignados por la represión policial contra los mapuches marcharon en la sureña ciudad de Temuco para pedir justicia por el caso del comunero Catrillanca, joven indígena de 24 años, y defender los derechos del pueblo indígena, los cuales consideran que han sido históricamente “atropellados por el Gobierno chileno”.
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