La oposición ha convocado desde el domingo movilizaciones en diferentes partes del país centroamericano y exige la renuncia del presidente Jovenel Moise en protesta por la corrupción del poder y la impunidad.
Al menos 17 personas han muerto en enfrentamientos registrados durante las manifestaciones con las fuerzas de seguridad, según anunciaron el miércoles los grupos opositores, aunque la Policía Nacional de Haití (PNH) reduce a seis el número de las víctimas.
Las protestas están organizadas tras tres días de una huelga general, por lo que los centros educativos y comerciales siguen cerrados.
Durante los cinco años de mi presidencia, nadie, digo bien nadie, bajo ningún pretexto, puede amenazar los intereses del país ni poner a la nación en peligro”, advirtió el presidente haitiano, Jovenel Moise.
Ante esta coyuntura, el presidente haitiano defendió el miércoles por la noche su legitimidad y pidió respetar las normas de la Constitución.
“Durante los cinco años de mi presidencia, nadie, digo bien nadie, bajo ningún pretexto, puede amenazar los intereses del país ni poner a la nación en peligro”, enfatizó en una alocución televisiva.
Moise, criticado por no perseguir a la corrupción tan activamente como había prometido hacerlo, llamó a todos los grupos y tendencias a sentarse a la mesa de diálogo para resolver las divergencias.
Los haitianos protestan desde hace meses por los actos de corrupción con fondos de Petrocaribe durante las Administraciones de los expresidentes René Préval y Michel Martelly, entre 2008 y 2016.
El Senado afirma que al menos 14 exfuncionarios estuvieron vinculados al desvío de los fondos durante el Gobierno del expresidente Michel Martelly (2011-2016) – a cuyo partido pertenece Moise– y ninguno ha sido procesado judicialmente.
Este tema ha generado en una parte importante de la población desconfianza en la capacidad del actual Gobierno para mejorar la situación del país, azotado también por una fuerte crisis económica y alta tasa de desempleo.
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