Los brasileños exigieron aumentos salariales en línea con la inflación desde que Bolsonaro asumió el cargo en 2019, lo que representaría un aumento salarial de alrededor del 20 por ciento.
La inflación en Brasil subió desde el 10,38 por ciento interanual en enero hasta el 10,54 por ciento en febrero, cuando los precios aumentaron 1,01 % en comparación con el mes inmediatamente anterior, lo que batió récord del alza más alta para este mes desde 2015.
El descontento entre el pueblo brasileño se extendió después de que Bolsonaro dijera que solo daría aumentos salariales a los policías federales en 2022. Y es que, en medio de la presión de otras profesiones, el Gobierno aún no ha confirmado aumentos salariales ni siquiera para la Policía.
Lula sigue siendo el favorito
Una encuesta realizada por la empresa Quaest y publicada el miércoles, señaló que el exmandatario Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, cuenta con el 50,5 por ciento de los sufragios válidos en las urnas, mientras que Bolsonaro, del Partido Liberal, obtiene el segundo lugar con 26 por ciento.
Bolsonaro está en el ojo del huracán de críticas por la mala gestión de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, y la posterior crisis económica en el gigante suramericano. Además, el presidente está involucrado en casos de corrupción, razones por las cuales su popularidad fue golpeada gravemente, hasta tal punto que varios sectores y diferentes partidos brasileños piden que se emprenda un proceso de destitución (impeachment) en su contra.
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